Un absceso dental ocurre cuando hay una infección en un diente o en la encía. Cuando el sistema inmunológico detecta una infección, envía glóbulos blancos para combatirla. A medida que estos guerreros mueren, se acumulan en lo que conocemos como pus. Un absceso es la acumulación de pus en un espacio cerrado. Es esencialmente un grano, pero no está cerca de la superficie de la piel sino enterrado. Un absceso dental es este pus que se acumula en un diente, dentro de la encía o en la mandíbula. Estos abscesos pueden ser dolorosos y ponerlo en riesgo de sufrir otros problemas médicos más graves, como una infección de la sangre.
¿Cómo ocurren los abscesos dentales?
La boca está llena de bacterias. Es la raíz de la mayoría de los problemas dentales. Un absceso ocurre cuando hay una rotura en la superficie de un diente o tejido que permite la entrada de bacterias. Por ejemplo, es posible que tenga una caries o un agujero en el esmalte dental. Las bacterias ingresan al diente a través de esa ruptura en su superficie protectora. Luego, las bacterias pueden abrirse camino a través de la dentina, una subcapa debajo del esmalte, y, eventualmente, moverse hacia la pulpa o el centro del diente. El cuerpo envía glóbulos blancos para combatir esta creciente amenaza, por lo que el pus comienza a acumularse en el centro del diente, formando un absceso. El mismo proceso puede ocurrir en otras estructuras dentales. Por ejemplo, puede haber una rotura en la superficie de la encía. Las bacterias ingresan y luego excavan, provocando la formación de un absceso profundo en el tejido.
¿Qué tan peligrosos son los abscesos dentales?
Cualquier infección es potencialmente grave porque seguirá propagándose. Por ejemplo, su boca es la puerta de entrada al torrente sanguíneo. Si las bacterias se abren camino lo suficientemente profundo, pueden ingresar a la sangre y la infección se propaga a otros órganos, generalmente al corazón. La infección también puede abrirse camino hacia arriba, ingresar al canal auditivo y las cavidades sinusales y penetrar en el cerebro. Una infección en el corazón o el cerebro es una emergencia médica y, a menudo, mortal.
¿Cómo tratan los dentistas los abscesos?
El peligro real es la presión que se acumula en el tejido debido al pus. Rompe el tejido circundante, permitiendo que la infección se propague. Esa presión también es la que causa el dolor. El dentista aliviará la presión drenando el absceso. Si el absceso está en la raíz de un diente, es necesario extraer el tejido de allí y limpiar la cámara. Esto es lo que los dentistas llaman endodoncia. Drenar un absceso permite que el área sane. En la mayoría de los casos, el dentista también le proporcionará un antibiótico. Los antibióticos son medicamentos que ayudan a combatir las infecciones.
¿Cómo prevenir los abscesos dentales?
Una buena higiene bucal puede ayudar a prevenir los abscesos. Eso significa cepillarse los dientes correctamente al menos dos veces al día, usar hilo dental una vez al día y programar limpiezas regulares con su dentista cada 6 meses. El agua potable fluorada y los tratamientos dentales ayudan a fortalecer el esmalte de los dientes para evitar que se descompongan y permitan infecciones. Además, será útil visitar al dentista con regularidad para una limpieza dental profesional y un chequeo. El dentista puede reparar cualquier caries antes de que se convierta en un problema grave.
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