Lo ideal sería que todos deberíamos cepillarnos los dientes (y usar hilo dental) dos veces al día. Además de mantener sanos los dientes, las encías y el resto del cuerpo, ayuda a reducir el mal aliento, lo cual es especialmente importante en estos días en que olemos nuestro propio aliento dentro de una mascarilla. Pero, ¿qué pasa si te cepillas los dientes y usas hilo dental constantemente y TODAVÍA tienes mal aliento? A decir verdad, nuestra boca está llena de bacterias, por eso es tan importante usar hilo dental y cepillarte. Aunque suene un poco asqueroso, en realidad es bueno. Estas bacterias existen para descomponer las proteínas de nuestros alimentos para que sean más fácilmente digeribles. ¡Gracias chicos! El mal aliento es el resultado de lo que esos microorganismos dejan atrás: un subproducto llamado compuestos de azufre que, bueno, apesta.
Aquí está el problema: cuando llega Para el mal aliento, los raspadores de lengua son efectivos... al menos temporalmente.
Desafortunadamente, no hay suficientes investigaciones para determinar si el raspado de lengua ayuda o no con la halitosis continua, también conocida como mal aliento crónico. Lo que sí sabemos con certeza es que rasparse la lengua es una gran solución para la lengua saburra, que es lo que sucede cuando hay una acumulación de desechos, bacterias y células muertas. Raspar la lengua también tiene algunos otros beneficios, a saber, una mejora del sentido del gusto y una mejora de la salud general. Eliminar las bacterias es clave para prevenir caries, enfermedades de las encías y otras afecciones que afectan específicamente la boca. Usar un raspador de lengua por la mañana no evitará que se desarrolle mal aliento más tarde durante el día, ya que las bacterias se acumulan mientras come y bebe. Como mínimo, puedes rasparte la lengua después de cepillarte los dientes, pero para aquellos que están más preocupados por el mal aliento, no hay nada de malo en rasparte después de cada comida.
Ninguna cantidad de raspado de lengua puede reemplazar un buen cepillo de dientes
También es importante recordar que los raspadores de lengua eliminan un 30 por ciento más de compuestos volátiles de azufre que un cepillo de dientes de cerdas suaves. Básicamente, es una gran idea tener ambos en su caja de herramientas para combatir el mal aliento. Por cierto, es importante controlar su mal aliento y cómo cambia con el tiempo. A veces es el resultado de una mala higiene dental o deshidratación, pero en casos raros puede indicar un problema de salud más grave. Y al igual que tu cepillo de dientes, debes reemplazar tu raspador de lengua cada 3 o 4 meses o inmediatamente después de una enfermedad.